miércoles, 10 de agosto de 2011

Placeres Nocturnos. Capitulo 24

-Tío -lo increpó Essie a modo de advertencia-, ni creas qu...

-¡Ya basta! -gritó _________-. Nick nos necesita, Esmeralda, y, como tu hermana pequeña, te
suplico que nos ayudes.

-Pero...

-Essie, por favor...

_________ observó la indecisión en el rostro de su hermana y supo que se debatía entre la
negativa a ayudar a un no-muerto y la imposibilidad de dar la espalda a su hermana.

-Por favor, Es; nunca en la vida te he pedido un favor.

-Eso no es cierto. Me pediste prestado mi jersey favorito cuando estábamos en el instituto, para
ponértelo el día que Bobby Daniels jugaba aquel partido.

-¡Es!

-De acuerdo -se rindió-, pero si muerde a alguno de los habitantes de esta casa, le clavo una
estaca.

Nick permaneció inmóvil mientras Esmeralda y _________ lo despojaban de las ensangrentadas ropas.
Era tal la agonía que estaba padeciendo que apenas podía respirar. Le resultaba imposible dejar de
ver el momento en que los Daimons lo habían atacado y ansiaba desquitarse exigiendo su sangre.

«Dejemos que el sol acabe con él», seguía diciendo la voz de Desiderius en sus oídos. Ese
cabrón iba a pagarlo con creces. Ya se encargaría él...

_________ sintió el corazón en un puño al ver las heridas del cuerpo de Nick . Tenía los brazos
y las manos agujeradas a causa de los enormes clavos. Nunca había odiado a nadie, pero en ese
momento odiaba a Desiderius con tanta intensidad que, si lo tuviese delante, lo destrozaría tan
sólo con las manos.

Se apartó de Nick un minuto para llamar a sus padres y preguntar por el estado de Tabitha.
Mientras tanto, Essie siguió vendándole las heridas y Liam continuó paseándose, nervioso, de un
lado a otro de la habitación.

-¿Qué quieres que haga con Desiderius? -le preguntó el Escudero a Nick .

-Que te mantengas alejado de él.

-Pero, mírate...

-Soy inmortal; sobreviviré. Tú no lo harías.

-Sí, claro. Si hubiésemos llegado tres minutos más tarde tú tampoco habrías sobrevivido.

-Liam -lo advirtió _________-; tu actitud no nos está ayudando en nada. Nick necesita descansar.
-Lo siento -se disculpó, inquieto, pasándose la mano por el pelo alborotado-. Suelo atacar cuando
estoy preocupado; es un mecanismo de defensa.

-No importa, Liam -lo tranquilizó Nick -. Vete a casa y duerme un rato.

El Escudero asintió con una expresión tensa. Antes de marcharse, miró a _________.

-Llámame si necesitas cualquier cosa.

-De acuerdo.

Esmeralda acabó de atender a Nick justo cuando Liam salía por la puerta.

-Debe dolerte mucho. ¿Qué te ha sucedido exactamente?

-He sido un imbécil.

-Muy bien, Imbécil -continuó Esmeralda, con brusquedad-, vamos a tener que entablillar esas
piernas y aquí no tengo lo necesario.

-¿Puedo usar el teléfono? -le preguntó Nick .

Esmeralda se lo acercó, mirándolo con el ceño fruncido.

Mientras marcaba, _________ continuó limpiándole la sangre del rostro.

-¿Cómo puedes actuar con tanta normalidad? -le preguntó-. Debes estar sufriendo una agonía.

-Los romanos me torturaron durante un mes, _________. Créeme, esto no es nada.

Aún así, ella sufría por él. ¿Cómo era capaz de soportar todo ese dolor?

No pudo evitar escuchar la conversación de Nick con la persona a la que había llamado.
-Sí, lo sé. Nos vemos dentro de un rato.

Cuando terminó de hablar, _________ cogió el teléfono para dejarlo en su sitio y Nick cerró los
ojos para descansar, mientras Esmeralda se llevaba a su hermana a la cocina.

-Quiero una explicación. Ahora. ¿Por qué hay un vampiro herido en mi sofá?

-Me salvó la vida. Sólo le estoy devolviendo el favor.

Essie le lanzó una furiosa mirada.

-¿Te has parado a pensar lo que haría Tabitha si lo descubriera?

-Lo sé, pero no podía dejar que muriera. Es un buen hombre, Es.

Esmeralda abrió la boca, totalmente pálida.

-No, _________. Esa cara no.

-¿Qué cara?

-Esa mirada emocionada que pones cuando ves a Brendan Fraser en la pantalla.

-¿Cómo dices? -preguntó _________, ofendida.

-Estás loca por él.

_________ sintió que se sonrojaba.

-¡___ts____! ¿Por qué no usas el cerebro?

Ella evitó la mirada inquisitiva de su hermana volviendo la vista hacia el sofá donde yacía Nick
.

-Mira, Essie; no soy una estúpida, ni tampoco soy una niña. Sé que nunca podrá haber nada entre
nosotros.

-¿Pero...?
-¿Qué quieres decir con «pero...»?

-Me da la sensación de que hay un pero... al final de esa frase.
-Pues no lo hay -le contestó, empujándola ligeramente hacia las escaleras-. Y ahora, vuelve a la
cama y duerme un poco.

-Sí, claro. ¿Vas a asegurarte de que el señor Vampiro no nos utiliza de aperitivo mientras
duermo?

-No bebe sangre.

-¿Y cómo lo sabes?

-Porque me lo ha dicho él.

Essie cruzó los brazos delante del pecho y la miró, ofendida.

-¡Ah, claro! Y nosotras nos lo creemos a pies juntillas, ¿no?

-¿Puedes dejarlo ya, Essie?

-Venga, ___(TS)___ -la increpó, señalando con la mano hacia el sofá-. Ese hombre es un asesino.

-No lo conoces.

-Tampoco conozco a ningún caimán y estoy segura de que no dejaría entrar a ninguno en mi casa.
¡Joder, _________! No puedes domesticar a un animal salvaje.

-No es un animal salvaje.

-¿Estás segura?

-Sí.

Pero Essie seguía mostrándose escéptica; los ojos la delataban.

-Ya puedes estar en lo cierto, mocosa, o vamos a acabar todos bien jodidos.
Horas después, mientras Essie se vestía para ir a trabajar, _________ preparó a Nick un ligero
desayuno.

-Te agradezco la intención, pero no tengo hambre -lo rechazó él amablemente.

Ella dejó el plato sobre la mesita y deslizó un dedo, con mucho cuidado, sobre el vendaje que le
cubría el brazo; había seguido sangrando y las gasas estaban manchadas.

-Ojalá me hubieses hecho caso y te hubieses quedado en casa.

-No puedo hacer eso, _________. He hecho un juramento y tengo obligaciones.

Su trabajo. Eso era todo lo que le importaba y ella comenzaba a preguntarse si la protegía porque
su preocupación era genuina o como parte de su deber como Cazador Oscuro.

-Pero me dijiste que confiabas en mis poderes y cuando te dije que...

-_________, por favor. No tenía otra opción.

Ella asintió.

-Espero que lo mates.

-Lo haré.

_________ le cogió la mano y le dio un apretón.

-No pareces tan seguro como antes.

-Eso es porque he pasado la noche clavado a una tabla y esta mañana no estoy en mi mejor momento.

-No tiene gracia.
-Ya lo sé -contestó él-. Es que me molesta que supiese exactamente dónde golpear para hacer más
daño. Directo a...

Ella esperó unos minutos para que continuara, pero Nick permaneció en silencio.

-¿Directo a dónde? -lo instó ella.

-A ningún sitio.

-Nick , cuéntamelo. Quiero saber cómo consiguió hacerte esto.

-No quiero hablar de eso.

Antes de que pudiera presionarlo más, alguien llamó a la puerta.

-Por favor -le dijo en voz baja-, deja entrar a D'Alerian.

-¿El Guardián de los Sueños?

Nick asintió.

Muerta de curiosidad, se levantó para abrir la puerta principal y, al hacerlo, retrocedió unos
pasos. El hombre que estaba en el porche no se parecía en nada a como lo había imaginado. Mucho
más alto que ella, el Guardián de los Sueños tenía el pelo negro como la noche y unos ojos tan
pálidos que parecían resplandecer con luz propia. Vestido por completo de color negro, como si
fuese un Cazador Oscuro, lo habría devorado con la mirada de no ser por la extraña tendencia que
tenían sus ojos a apartarse de él. Era muy raro. Muy curioso. Tenía que esforzarse para mirarlo,
ya que sus ojos lo evitaban en contra de su voluntad, y eso que cualquier mujer ardería de deseo y
se quedaría boquiabierta de la impresión con sólo echarle un vistazo.

Sin pronunciar una sola palabra, el hombre pasó junto a ella y se acercó a Nick . La puerta se le
escapó de la mano y se cerró con un sonoro portazo, impidiendo la entrada a la luz del sol.
D'Alerian se movía con elegancia y agilidad. Al acercarse al sofá, se quitó la chaqueta de cuero
y se alzó las mangas de la camisa negra.

-¿Desde cuándo llamas a las puertas? -le preguntó Nick .

-Desde que me preocupo por no asustar a los humanos. -El Guardián de los Sueños observó el cuerpo
de Nick de la cabeza a los pies-. Estás hecho un desastre.

-Todo el mundo se empeña en decirme lo mismo.

No había rastro de humor en la expresión de D'Alerian. Ni de cualquier otra emoción. Parecía
mucho más sereno e imperturbable que Kevin ; como si no tuviese sentimientos.

El Guardián de los Sueños alzó una mano y uno de los sillones se movió hasta quedar justo al
lado del sofá. Sin prestar atención a _________, colocó la mano sobre el hombro de Nick .

-Duerme, Cazador Oscuro. -Y, antes de que acabara de hablar, Nick ya estaba profundamente dormido.

_________ observó la escena. D'Alerian no movió la mano que tocaba a Nick ; tenía los ojos
cerrados. Y, en ese preciso momento, su expresión cambió y su rostro adoptó la rigidez de aquél
que está siendo sometido a una intensa agonía. De hecho, estaba reflejando todo el dolor que Nick
debía haber sufrido.

Tras unos minutos, apartó la mano y se reclinó en el sillón, respirando laboriosamente. Se
cubrió la cara con las manos, como si con ese gesto pudiese alejar la pesadilla. Cuando la miró,
la intensidad de sus ojos hizo que _________ diera un respingo.
-Nunca, en toda la eternidad, había contemplado algo así -le susurró con voz ronca.

-¿El qué?

Suspirando entrecortadamente, D'Alerian continuó.

-¿Quieres saber cómo logró capturarlo Desiderius?

Ella asintió.

-A través de sus recuerdos. Jamás he experimentado tanto dolor en otra persona. Cuando esos
recuerdos lo inundan, Nick se queda indefenso y es incapaz de actuar con cordura.

-¿Qué puedo hacer?

-Nada; a no ser que se te ocurra el modo de erradicar esos recuerdos. Si continúan torturándolo de
este modo, está perdido. -Antes de seguir hablando, miró a Nick -. Dormirá hasta que caiga la
noche; no lo molestes. Cuando se despierte, podrá volver a andar, pero aún estará débil. Intenta
que no vaya tras Desiderius durante un par de días. Hablaré con Artemisa y veremos qué se puede
hacer.

-Gracias.

D'Alerian le respondió con un leve gesto y desapareció con un destello de luz dorada. Unos
segundos después, su chaqueta también se evaporó.

_________ se sentó en el sillón que el Guardián de los Sueños acababa de dejar libre y, mirando
al techo, lanzó una carcajada. Estaba histérica. Lo único que siempre había deseado era una vida
normal. Y ahora tenía un vampiro por amante y un Guardián de los Sueños -concepto que aún no
estaba muy segura de entender-, apareciendo y desapareciendo como por arte de magia de la casa de su
hermana, mientras otro vampiro estaba intentando matarlos a todos.
La vida era una ironía.

Ladeó la cabeza y observó a Nick . Se le había normalizado la respiración y el ceño de dolor
que le arrugaba la frente había desaparecido. Las heridas seguían siendo espantosas, pero algunas
de ellas ya empezaban a curarse.

¿Qué le habría hecho Desiderius?
Nick despertó y vio que la luz de la luna entraba por las ventanas abiertas del salón. No
recordó dónde estaba hasta que intentó moverse y el dolor lo atravesó. Apretó los dientes y se
incorporó lentamente para sentarse. En ese momento, vio a Esmeralda delante de él, con una enorme
cruz en una mano y una ristra de ajos colgada del cuello.

-Tío, no se te ocurra moverte de ahí. Y no intentes el truco de controlar mi mente.

A pesar del dolor, Nick soltó una carcajada.

-¿Sabes una cosa? Ni las cruces ni los ajos tienen efecto alguno sobre nosotros.

-Sí, claro -le contestó ella, acercándose un poco más a él-. ¿Dirías lo mismo si te toco con
ella?

Cuando estuvo lo bastante cerca, Nick extendió un brazo y le quitó la cruz.

-¡Ay, ay, ay! -gritó, fingiendo estar dolorido y acercándosela hasta el pecho-. En serio -le
dijo, dándosela de nuevo-, no tiene ningún efecto. Y en cuanto al ajo, si a ti no te molesta el
olor, a mí tampoco.
Esmeralda se quitó la ristra de ajos.

-Entonces, ¿a qué eres vulnerable?

-A ti te lo voy a decir...

Essie ladeó la cabeza.

-___(TS)___ tiene razón; eres exasperante.

-Deberías haber tenido una charla con mi padre antes de que me lo comiera.

Esmeralda palideció y retrocedió un par de pasos.

-Está tomándote el pelo, Es. No se ha comido a su padre.

Él se dio la vuelta y vio a _________ de pie, en el hueco de la puerta que había a sus espaldas.

-¿Estás completamente segura de eso?

Ella sonrió.

-Sí, completamente. Y supongo que debes sentirte mejor, si tienes ganas de bromear. -Se acercó y
apartó las vendas que le cubrían los brazos para ver las heridas-. ¡Dios Santo! Están
prácticamente curadas.

Nick asintió, cogió una de las camisas que Liam había dejado allí esa misma tarde mientras él
descansaba, y se la puso, al tiempo que les explicaba lo de las heridas.

-Gracias a D'Alerian, en un par de horas más habrán desaparecido por completo.

_________ lo observó mientras se levantaba del sofá. El único indicio de que aún no estaba en
forma era la lentitud de sus movimientos.
-¿No crees que deberías seguir acostado?

-Necesito moverme para aliviar la rigidez. -Mientras pasaba a su lado, murmuró de forma casi
inaudible-: Al menos, parte de ella.

_________ lo ayudó a llegar hasta la cocina.

-Essie, ¿quedan espaguetis?

-¿Es que come espaguetis?

_________ alzó la cabeza para mirarlo.

-¿Los comes?

Él miró a Esmeralda de forma amenazadora.

-No resulta tan satisfactorio como chupar el cuello de un par de italianas, pero no están mal.

_________ soltó una carcajada al ver la expresión espantada de su hermana.

-No le tomes más el pelo o te clavará una estaca mientras duermes.

Nick se sentó y la miró de arriba abajo con los ojos cargados de deseo.

-A mí sí que me gustaría clavártela mientras estás despierta.

Ella sonrió al escuchar la indirecta mientras le servía el plato de espaguetis.

-Me alegra muchísimo ver que tienes ganas de bromear. Pasé mucho miedo esta mañana; pensé que
iba a perderte a pesar de haberte encontrado.
-¿Cómo está Tabitha?

-Muy bien. Ya le habrán dado el alta.

-Me alegro.

_________ se dio cuenta de que estaba muy preocupado; tenía una expresión extraña.

-¿Qué te pasa? -le preguntó mientras colocaba el plato en el microondas.

-Desiderius está ahí fuera y volverá a matar de nuevo. No puedo quedarme aquí acostado y
esper...

_________ le tapó la boca con la mano, impidiendo de este modo que siguiera hablando.

-¿Y qué conseguirás dejándote matar?

-Ayudar a Liam , ya que heredará todos mis bienes.

-No tiene gracia.

-Siempre me dices lo mismo.

Ella sonrió débilmente.

-Antes de que vuelvas a salir en busca de Desiderius, tenemos que trazar un plan. En estos momentos
te da por muerto, así que contamos con el factor sorpresa.

-¿Contamos?

-No voy a dejar que vuelvas a luchar solo con él. Nos está amenazando a mi familia y a mí y no
pienso quedarme en la retaguardia esperando a que vuelva a atacar.

Él alargó un brazo y le acarició la cara.

-No quiero que te haga daño.

-Entonces enséñame lo necesario para que pueda ayudarte a darle una buena patada en el culo.
Nick sonrió al escucharla.

-Hace dos mil años que lucho solo.

-Bueno, nunca se es lo demasiado viejo para aprender.

Nick resopló.

-No puedes enseñarle nuevos trucos a un perro viejo.

-Borrón y cuenta nueva.

-El tiempo es oro.

-Dios ayuda a los que se ayudan.

Él soltó una carcajada.

-No vas a dejarme ganar, ¿verdad?

-No. Voy a acabar de prepararte la comida y después te contaré todo lo que he averiguado mientras
dormías.

Nick observó cómo echaba queso sobre la pasta. Nunca había conocido a una mujer como ella.
Después de que Desiderius lo abandonara para que el sol acabara con él, había cerrado los ojos
para recordar la imagen de _________ en su cama y la sensación de tenerla entre sus brazos.

Pensar en ella lo había reconfortado de un modo que no se merecía.

¿Y si fallo de nuevo y no mato a Desiderius?

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