jueves, 11 de agosto de 2011

Pecados Paternos. Capitulo 5

______ despertó bruscamente, la tristeza se mezclaba con una urgente sensación de excitación que
la dominaba. Todavía inmersa en los entresijos del sueño, su mente era apenas consciente de que
había estado soñando. Jadeó como una chica de dieciseis años conmocionada cuando abrió los ojos
y vio la cabeza de Joe enterrada entre sus muslos.
"Joe ," resolló y su espalda se arqueó en la tumbona. "¿Qué estás..?-oh, Dios."
Boquéo de nuevo, y su mente tomó consciencia de donde se encontraba y de qué estaba sucediendo.
Allí estaba ella, extendida en la tumbona, desnuda, con los pezones tiesos y la vagina expuesta,
mientras su marido le lamía la vagina y la sorbeteaba febrilmente, hundiendo la nariz en su
clítoris como un perro que hubiese encontrado un hueso enterrado.
"Joe," dijo sin aliento. Enredó los dedos en su pelo y le empujó la cabeza acercándola más a su
carne palpitante. "Sí," siseó. Perdida en las sensaciones, perdida en las emociones, mientras la
ingenua muchacha de dieciséis años guerreaba mentalmente con la madura mujer de treinta.

La boca de Joe se apoderó de su clítoris y comenzó a chupetearlo sin piedad. Los sonidos
succionantes de su boca sobre su carne rompieron el silencio de la noche. Ella gimió, su cabeza
cayó hacia atrás y sus pezones erguidos apuñalaron el aire frío del anochecer. Ya no tenía que
librar ninguna batalla.
"Más fuerte," suplicó, "cómemelo más fuerte."
Él aceptó encantado, un gruñido sordo salió del fondo de su garganta mientras enterraba la cara
entre sus piernas tan profundo como era humanamente posible. Le chupó el clítoris más fuerte,
hundiendo los dedos en la carne de sus muslos, agarrando su cuerpo con firmeza hasta que comenzó a
convulsionarse.
_______ se corrió con un gemido ruidoso y todo su cuerpo se sacudió mientras el orgasmo desgarraba
sus entrañas. La sangre se le subió a la cara, incendiándosela, y luego a sus pezones,
dilatándolos. "Oh sí," gimió, meneando la cabeza adelante y atrás. " Oh, Dios mío."
Su clítoris se sensibilizó extraordinariamente; él continuó sorbiéndolo haciéndola gritar.
"¡No-Joe -por favor...!"
Él no hizo caso de su súplica y chupó aún más fuerte. _______ emitió un grito perdida en un
mar de placer y dolor. Sus caderas corcovearon debajo de él, con la intención de obrigarlo a
soltarla. Pero en cambio, los dedos de Joe se hundieron más profundamente en sus muslos, negándose
a abandonar su vagina.

Un perro con un hueso, pensó histéricamente, mientras su cabeza continuaba agitándose de un lado
a otro. Él parecía exactamente un perro con un hueso...
"Oh. Dios. Dios"
_______ chilló, su espalda se arqueó y sus piernas se enlazaron por instinto en torno al cuello de
Joe , y entonces, un orgasmo aún más fuerte que el anterior estalló en su interior. Gimió cuando
el clímax arrasó su cuerpo, sus piernas temblando como hojas en una tormenta. "Sí," lloriqueó,
sus pezones estaban tan duros que le dolían. "Sí."
Joe desenroscó con cuidado sus piernas de alrededor de su cuello y las colocó de nuevo abiertas
sobre los brazos mullidos de la lujosa tumbona. Su cara emergió de entre sus muslos, la mirada
intensa, mientras observaba como el cuerpo jadeante de Kristen se derrumbaba en el colmo del placer.
Cuando se acabó, cuando se sentía calmada y narcotizada por el clímax, miró hacia arriba,
buscando la mirada de Joe.
_______ inspiró profundamente, al notar como sus ojos la devoraban desviándose desde su vagina
rasurada y expuesta a su cara. Permaneció allí plantado un momento y después comenzó a quitarse el traje.

"Tu vagina es deliciosa," murmuró, "tan apetitosa como siempre me imaginé que sería."
Ella abrió los ojos como platos. ¿Tan apetitosa como siempre imaginó que sería? Eso casi sonaba
como si hubiese fantaseado con ella alguna vez.
"Pero ahora ha llegado el momento de adentrarnos en la siguiente fase," gruñó mientras se
desabrochaba los pantalones. "La fase en la que te penetro de la mañana a la noche, inundando tu
vagina con mi esperma." Arqueó una ceja arrogantemente al tiempo que se bajaba los boxers. "La fase
en la que dejo embarazada a mi esposa de mi primer heredero."
Su primer heredero. ______ se humedeció los labios. ¿Entonces habría más bebés? ¿Acaso no se
conformaría con uno si su única intención fuese la venganza? ¿Y yendo aún más lejos, la
dejaría embarazada si su única motivación fuese vengarse de su padre? De ninguna manera podría
imaginarse a Joe Jonas haciéndole eso a un niño, así que tuvo que admitir que todavía no lo
comprendía lo bastante bien para juzgar.
"Mantén las piernas abiertas de par en par," ordenó Joe y se arrodilló colocándose entre ellas.
"Si fuera posible, me gustaría tenerlas así separadas día y noche, con tu vagina siempre visible
y preparada para que la penetre."
______ expulsó el aliento, su excitación crecía a pasos agigantados. Algunas mujeres
encontrarían repugnantes sus palabras guturales, pero ése no era su caso.

Joe era la personificación de la masculinidad con sus modales arrogantes y poco cultivados. Era
brusco y tormentoso-justo las cualidades que más la habían atraído tantos años atrás. Cada vez
le resultaba más difícil separar el pasado del presente, la muchacha de dieciseís años de la
mujer de treinta.
Joe pasó una mano posesiva sobre su vagina afeitada. "Nunca he visto una vagina más perfecta,"
anunció de forma algo ausente. Algo sólo, porque no había nada ausente en Joe . "Debería estar
en una revista." Alzó otra vez la ceja de siempre. "A no ser porque yo no comparto."
_________ recobró el aliento por un momento. ¿Por qué le hablaba de esta manera? ¿Por qué
elogiaba su cuerpo? ¿Y por qué insistía en revelar sus propias vulnerabilidades?
Joe abarcó su erección y la dirigió hacia su hendidura. "He esperado mucho, mucho tiempo para
cojerte, _____ ________ ," murmuró mientras cubría su cuerpo con el suyo. Sus ojos marrones se
abrieron un poco con la revelación. "Demasiado tiempo, maldición."
Su mandibula estaba apretada, sus dientes cerrados con fuerza. Se zambulló en su vagina con un
gemido, clavándole el pene hasta el fondo. Ella jadeó con la penetración, capaz de sentir su
órgano latiendo en su interior. Comenzó a agitarse lentamente adentro y afuera, y el sonido de su
vagina envolviendo su pene actuó como afrodisiaco.

"De tu vagina al cielo," dijo roncamente, los párpados pesados, y continúo entrando y saliendo
suavemente de ella. "No quería penetrarte hasta llegar al dormitorio, pero no podía esperar más."

_______ se mojó los labios, esa confesión le había dado el valor que necesitaba. "Entonces
cojeme," susurró, sintiéndose alentada. "He fantaseado contigo desde que era una niña.
Conviértelo en realidad."
Joe abrió los ojos de par en par. Su cuerpo inmóvil, los músculos tensos.
" ________..."
"Es verdad," dijo, ruborizándose. Apartó la mirada. "Por favor no hagas que me arrepienta de
haberlo confesado," susurró.
Él permaneció inmóvil un momento más, como si estuviese dándole vueltas a algo en la cabeza. Le
habría gustado mirarlo para ver su reacción, pero estaba demasiado avergonzada. Un poco después
ya volvía a estar jadeando mientras él la destrozaba por dentro, y un poco después gemía
mientras él cubría su cuerpo y bombeaba dentro y fuera de su vagina con embates rápidos y
violentos.
"¿Es lo bastante real para ti, _______ _______?," masculló con la mandíbula apretada. Luego rotó
las caderas y golpeó en su interior más rápido y más duro.
"Sí," gimió, ofreciéndole su pecho mientras arqueaba la espalda. "Sí."
Él apresó sus tetas y enterró la cara entre ellas, sorbiendo febrilmente cada pezón mientras se
estrellaba contra su vagina una y otra vez.

El chasquido de carne contra carne compitió con el sonido húmedo de sus pezones entrando y
saliendo de su boca mientras continuaba chupándolos sin descanso.
_______ jadeó y un gemido se escapó de sus labios. Se estiró hacia abajo y le agarró las nalgas,
sus dedos se hundieron en los duros montículos. "¡Qué bueno!," murmuró con los ojos cerrados
mientras una brisa tropical refrescaba sus cuerpos ardiertes. "Sí, así, así".
"Sí, así, así, sólo mía," dijo posesivamente Joe levantando la cara de sus pezones. Liberó sus
pechos y enroscó un largo y grueso mechón de pelo cafe claro alrededor de una mano. Apretando los
dientes, giró suavemente las caderas y, de repente, clavó otra vez su pene dentro de ella, sus
caderas martilleando adelante y atrás mientras entraba y salía de su vagina.
" Oh, Dios," gimoteó ______ . Su cabeza comenzó a retorcerse frenéticamente mientras el sonido de
su vagina envolviendo su pene llegaba a sus oídos. "Más duro," pidió. "Jódeme más duro."
Soltándole el pelo y sin dejar de penetrarla, se apoyó en las rodillas y le levantó las piernas
sobre los hombros, empalándola otra vez sin perder un sólo golpe. Joe la montó más y más
fuerte, su cuerpo estaba en plena forma y podía soportar el ritmo violento.

______ jadeó, podía sentir cada pulgada de su inmenso pene enterrado profundamente en su interior.
Abrió los ojos para observar cómo la penetraba, para mirar como su enorme pene desaparecía dentro
de su vagina con un sonido de succión. Más y más. Una y otra vez. La penetro más fuerte y más
rápido y...
"Oh Dios mío." _______ chilló fuera de sí, cerró los ojos y su cabeza cayó hacia atrás contra
la tumbona. Sus pezones se dispararon hacia afuera y sus piernas se estremecieron encima de sus
hombros mientras su cuerpo se convulsionaba con el orgasmo. "Sí –oh, Dios, Joe."
Joe gruñó y continuó penetrandola. Escuchar como _____ se corría con su nombre en los labios lo
convirtió en un salvaje. Sus dedos se hundieron en la carne de sus muslos mientras golpeaba su
vagina sin piedad, jodiéndola como un ariete. "Eres mía," masculló con los músculos marcados y
tirantes mientras se enterraba una y otra vez en su vagina, una y otra vez. "Mía."
Se derrrumbó encima de ella, cubriendo su cuerpo por completo y las piernas de ______ se
envolvieron instintivamente alrededor de sus caderas. Sus palmas ahuecaron sus pechos mientras
entraba y salía salvajamente de ella. La montó implacablemente con su pene, al tiempo que sus
manos le estrujaban los pechos posesivamente.

Su cara parecía dolorida, como si supiera que estaba a punto de correrse y desease que esto no
sucediera- como si quisiese que este momento durara para siempre.
Joe enterró su pene hasta el fondo, penetrandola con embestidas duras y profundas. Los ojos
cerrados, los músculos tensos, se hundió en su vagina una, dos, tres veces más. " ________." Se
corrió con un bramido ruidoso, la mandíbula apretada, mientras chorros de semen inundaban
profundamente las entrañas de _________ , y su cuerpo tieso se estremecía contra el suyo.
Su matrimonio había sido consumado por completo. Durante un buen rato, ninguno de los dos movió ni
un músculo ni dijo una palabra. Se quedaron allí, saciados y agotados, durante lo que les
parecieron horas.
_______ siguió aferrada al cuerpo de Joe, ciñéndole la cintura con los brazos.
Él también la tenía abrazada, se fijó, y no parecía tener ninguna intención de soltarla.
Levantó la cabeza y sus ojos vagaron distraídamente; observó la silueta de una palmera
meciéndose bajo la brisa nocturna, la luna creciente proporcionaba un atmósfera mística al que
podría ser un momento crucial en sus vidas.
Cerró los ojos y abrazó con fuerza a su marido. Se preguntó qué sería de ellos después de esta
noche. ¿Podría Joe olvidar alguna vez lo que le había hecho Lorenzo? ¿Y si no podía,
conseguiría verla alguna vez como una persona a parte del hombre que lo había sacrificado en el
pasado?
_______ suspiró mientras sus manos acariciaban distraídamente la espalda de Joe . Esperaba que
todo saliese bien y que su marido conseguiese apreciarla por si misma y no como una prolongación de
Lorenzo. Si no, pensó tristemente, no tendrían ninguna esperanza de felicidad.
Y los pecados de su padre habrían destruido con eficacia dos vidas más.
Dos semanas más tarde.

______ se sentó sobre el pene de su marido, hundiéndose en el con un suave empujón. Suspiró, gozando al sentir cómo su virilidad la llenaba por completo.
" _____," dijo Joe atontado por el sueño. Era medianoche. Y la primera vez que tomaba la iniciativa en el sexo. "¿Que estás haciendo? Oh, cariño, si, me encanta."
Ella sonrió con dulzura mientras montaba suavemente su miembro rígido. Bajó las manos para acariciarle el pecho, y sus dedos se deslizaron sobre sus pezones mientras le hacía el amor.
Joe respiró agitadamente y apretó los dientes con fuerza. "Oh nena-joder, adoro tu vagina."
Y ella adoraba su pene-y también a él.
Esta revelación la había despertado en medio de un sueño apacible. Lo amaba. Siempre lo había amado. No importaba lo que hubiese sucedido en el pasado. Ya encontraría alguna manera de que las cosas saliesen bien
Durante las dos últimas semanas, Joe había llegado a importarle más de lo que nunca se habría imaginado. Y si no se equivocaba en sus conjeturas, estaba casi segura de que ella también era una figura importante en su vida.
En claro contraste con los primeros días de su vida de casados, las dos últimas semanas habían sido maravillosas. Su marido le había revelado su lado apacible y amable, una faceta de sí mismo que al parecer sólo reservaba para ella.
______ se fijó en cómo se relacionaba con los demás. Era autocrático, dominante, reticente al compromiso-pero, por alguna razón, con ella era diferente . Durante las últimas dos semanas no podría recordar una sola decisión personal que hubiese tomado sin consultarla primero. Desde lo que tomarían para desayunar, hasta en qué acciones pensaba ella que debía invertir su dinero. Valoraba su opinión.
Con otros sería gritón y un poco brusco, pero en todo lo que se refería a ella era apacible y le hablaba con delicadeza. No parecían interesarle los sentimientos de mucha gente, pero en cambio, los de ______ parecían importarle más que los propios.
A ella esto le encantaba-incluso lo necesitaba. La hacía sentirse especial. Deseada.
La hacía sentirse amada.
"Te he echado de menos," susurró, lanzando sobre su hombro un tirabuzón de sus cabellos cafes . Ella le sonrió mirando hacia abajo mientras continuaba cabalgando suavemente sobre su pene. "No quería esperar hasta mañana."
La mirada de Joe se cruzó con la suya. No sonrió, pero ella notó como sus ojos se suavizaban. "Nunca te disculpes," murmuró, y sus manos alcanzaron sus caderas. "Yo también te he echado de menos, cariño."
Sus miradas continuaron entrelazadas mientras hacían el amor. Él casi parecía vulnerable a ella, si algo así era posible en alguien como Joe Jonas . Quizás estaba siendo demasiado romántica, quizás lo que veía en esos turbios ojos marrones no era otra cosa que fatiga y excitación, pero le gustaba pensar que había algo más.
"Bésame," susurró ella. "Necesito estar más cerca de ti."
Una vez más percibió la ternura en sus ojos. "Ven aquí," murmuró él, y con una mano fuerte le inclinó la cabeza para alcanzar su boca. Sus lenguas se entrelazaron.
Se besaron durante mucho tiempo, sin prisas, y también así hicieron el amor. Se demoraron explorando sus cuerpos, y a ninguno de los dos les pareció necesario detenerse para dormir.
_______ levantó la cabeza, sonrió y luego deslizó los dedos entre su pelo oscuro. Continuó montándolo lentamente, y su sexo recorrió su pene, arriba y abajo, una y otra vez.
Así es cómo debería de ser, pensó. Así es cómo quería que fuese. No se había sentido tan cerca de otro ser humano en toda su vida.

_______ suspiró con satisfacción mientras hacían el amor, deseando que esta noche no terminase nunca.

Una semana más tarde.

_______ se encontraba en el despacho de Joe revolviendo en los papeles de su escritorio, se movía silenciosamente pues no quería que la pillase. Hacía más de dos horas que se había quedado dormido, se recordó, y profundamente además. No pasaría nada.
Una parte de ella se sentía culpable por andar fisgando en sus cosas de esa manera, pero otra parte necesitaba respuestas. Quería saber qué había pasado con su familia, sin embargo Joe no había querido discutirlo con ella. Sus pensamientos volvieron a la conversación que habían tenido anoche en su habitación después de cenar.

"Ya habrá tiempo para eso," se evadió. "Esta noche no quiero discutir sobre los (tu apellido) ."
"Pero Joe..."
"Por favor," dijo en voz baja, y sus ojos hipnotizadores se clavaron en los suyos. "Esta noche no," murmuró. "Preferiría concentrarme en plantar a mi heredero o heredera en tu vientre."
Sus pezones se endurecieron bajo su mirada. "En algún momento tendremos que hablar," dijo ella apartando la vista.
" Estamos hablando constantemente,¿ no ? Sobre montones de cosas." Él atravesó el cuarto y se paró a su lado; una mano se acomodó en su hombro acariciándolo suavemente.
Ella se mordió el labio. "Me refiero a hablar sobre mi familia."
Él suspiró. "Ya sé a lo que te refieres. Pero por favor, ______, esta noche no..."
Entonces le hizo el amor, lo que no supuso ninguna sorpresa. De hecho, Joe la había tomado tantas veces las tres últimas semanas que se sorprendería si al final resultaba que no estaba embarazada. En las escaleras, en el comedor, en la piscina, en su oficina, en la cama, el misionero, a cuatro patas, la amazona, el 69, habían cojido en cada postura imaginable, incluso en algunas que _______ nunca hubiera imaginado que fuesen posibles.
Su marido casi parecía obsesionado con ella, pensó ______ mientras continuaba revolviendo en los cajones de su escritorio. Como si durante años hubiese planeado poseerla por completo y ahora que por fin la había atrapado quisiera aprovecharse al máximo.
Y probablemente fuese la verdad. ¿Pero se trataba sólo de venganza... o había algo más?
Una parte de ella quería creer que Joe la amaba, pero otra parte seguía interrogándose, alimentando sus dudas. De cualquier forma, necesitaba saberlo. Si descubría qué había pasado con su familia, estaba casi segura de que hayaría las respuestas. Después de todo, si amas a una mujer y quieres mantenerla feliz, no piensas seriamente en poner a su familia en la calle.
______ maldijo entre dientes cuando se encontró un cajón cerrado con llave.
Concéntrate, _____ . Necesitas descubrir qué le ha sucedido a tu familia. Rebuscó impacientemente por todos lados, y suspiró pues no encontraba la llave. Él no tiene un pelo de tonto, pensó. Todas las respuestas tienen que estar en este cajón. ¿Si no por qué iba a cerrarlo con llave?
Su frente se surcó mientras intentaba enfocar de una forma lógica el problema al que se enfrentaba. Joe no dejaría la llave a simple vista, lo sabía, pero siendo un hombre tan ocupado, le extrañaría que la hubiese guardado lejos del escritorio. Estaba claro que desearía tenerla a mano...
Echó un vistazo alrededor, y sus ojos recorrieron la habitación. Una fotografía de sus padres difuntos en una pared, un Picasso auténtico en otra, una urna de arcilla aparentemente de origen egipcio...
Su mirada se dirigió de nuevo a la foto de sus padres difuntos. Se calmó, mordisqueando su labio inferior. ¿Acaso Joe no era un sentimental... ?
______ caminó lentamente hasta el fondo de la pared izquierda de la oficina, y se paró delante de la antigua fotografía. Parecían felices en ese momento, pensó con una sonrisa nostálgica. Vestidos con ropa de boda, sonriéndose abiertamente como si fuese el día más feliz de sus vidas, los novios parecían dos tortolitos enamorados mientras cada uno acercaba un trozo de tarta de bodas a la boca del otro.
______ parpadeó, recordando la llave. Y el hecho de que el tiempo era primordial...
Se libró del ensueño y alzó las manos con cuidado hacia el retrato. Su cuerpo semidesnudo se retorció hasta que pudo mirar detrás de él con facilidad, y no se sorprendió en absoluto cuando descubrió una llavecita pegada en la parte de atrás.
Es tan sentimental...
Soltó la llave con cuidado y, rápidamente, colocó el retrato en la pared y se apresuró hacia el escritorio. Vamos, vamos. Puede despertarse en cualquier momento...
Hundió la llave en la cerradura. Encajaba perfectamente.

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