martes, 9 de agosto de 2011

Placeres Nocturnos. Capitulo 20

Tan pronto como colgó, comenzó a sentirse mal por la pérdida de su hogar.

-No puedo creer que incendiaran mi casa.

-¿Su casa? -preguntó Rosa-. ¿Quién ha hecho eso?

-Las autoridades lo están investigando -contestó Nick desde el salón.

_________ se giró y lo vio de pie en la puerta. Estaba muy pálido y parecía incómodo.

Rosa le sonrió.

-M'ijo, estás en casa. Liam me dijo que ibas a salir.

-No me encuentro muy bien. -Aunque la expresión de su rostro era amable, miró a Rosa con los ojos entrecerrados-. Esta mañana llegaste a tu hora, ¿no es cierto?

Rosa hizo caso omiso de su pregunta.

-Ven y siéntate. Te prepararé algo de comer.

Nick observó la luz que entraba a través de las ventanas abiertas con una mirada cautelosa y retrocedió, internándose en la oscuridad del salón.

-Gracias, Rosa, pero no tengo hambre. Liam , necesito hablar contigo. Sólo será un minuto.

El muchacho miró a _________ con una sonrisa satisfecha.

-Por lo menos no me ha dicho que mueva el culo.

-Liam -lo llamó Nick -. Mueve el culo, chico.

Mientras Liam salía de la cocina para hablar con Nick , Rosa colocó un plato delante de _________.

-Pobrecita, ¿qué vas a hacer sin tu casa?

-No lo sé. Supongo que tendré que llamar a la compañía aseguradora; encontrar un lugar donde vivir... -su voz se desvaneció al pensar en todas las cosas que tenía que hacer.

Tendría que reemplazar toda su vida. Todo: el cepillo de dientes, los zapatos, los libros... hasta los teléfonos. ¡Ni siquiera tenía ropa interior!

Abrumada, perdió el apetito.

¿Qué iba a hacer?

Liam regresó y cogió el folleto informativo para mostrárselo a Nick , que esperaba en la puerta.

-Necesito que me hagas un favor. Tengo que matricularme a la una; si no estamos de regreso para esa hora, ¿podrías rellenar el formulario en la página web? Sé que necesitas dormir, pero tengo muchas ganas de coger Historia Griega el próximo semestre.

-¿Por qué?
-Las clases las dará el profesor Alexander y, según dicen, es muy bueno.

-¿Julian Alexander? -le preguntó _________.

-Sí -le contestó, Liam , mirándola sobre el hombro-. ¿Lo conoces?

Ella intercambió una mirada con Nick .

-Ni la mitad de bien que Nick .

Liam fingió un escalofrío.

-¡Ja! Tío, otro de los vuestros no. Genial. Mátame ahora mismo y así me ahorrarás el sufrimiento.

-No me tientes -le dijo Nick cogiendo el folleto-. A la una en punto. ¿Algo más?

-Sí; haz algo con esos ojos, me ponen la carne de gallina.

Nick alzó una ceja en señal de advertencia ante el tono altanero de su Escudero.

-Pasadlo bien.

-¿A qué se refiere? -preguntó _________ a Liam en cuanto Nick se hubo marchado.

Él se sentó de nuevo en el taburete antes de contestarle.

-Vamos de compras -le dijo, haciendo un mohín y temblando teatralmente al pronunciar la palabra.

-¿Qué tenemos que comprar?

Liam tomó un sorbo de zumo de naranja.

-Cualquier cosa que usted necesite, señora. Abrigos de piel, diamantes... lo que sea.

-¿Diamantes? -repitió _________, riéndose ante la escandalosa idea.

-Paga Nick , así es que te aconsejo que vayas a por todas. Literalmente hablando.
Ella sonrió.

-No puedo permitir eso. Pagaré con mi propio dinero.

-¿Y para qué vas a gastarlo? No tienes ni idea de lo forrado que está. Te aseguro que si compras todo el centro comercial, ni siquiera lo notará.

_________ no tenía la intención de seguir los consejos del Escudero pero, de cualquier forma, necesitaba algo de ropa.

-De acuerdo, ¿podemos parar un momento en casa de mi madre?

-Claro. Mi misión de hoy es complacerte... en todo lo que me pidas.

Ella meneó la cabeza al ver la pícara sonrisa en el rostro de Liam .
Se marcharon después de hacer una llamada a la compañía aseguradora para informarles del incendio.

_________ no pudo evitar sentirse más y más frustrada cada vez que Liam pagaba las facturas sin dejar que ella se gastase nada.

-Cumplo órdenes -le dijo el Escudero por quinta vez-. Tú compras, yo pago.

Ella le contestó con un gruñido amistoso.

-¿Siempre obedeces sus órdenes?

-Siempre... pero sin dejar de quejarme.

_________ soltó una carcajada mientras salían de la tienda y continuaban caminando por los pasillos del centro comercial. Liam cargaba con todas las bolsas.

-¿Cuánto hace que trabajas para Nick ? -le preguntó cuando llegaron a las escaleras mecánicas.

-Ocho años.

Ella lo miró con la boca abierta.

-Pues no pareces tan mayor.

-Sí, bueno. Es que tenía sólo dieciséis años cuando empecé.

-¿Se puede ser un Escudero a esa edad?
Liam volvió la cabeza para echar un vistazo a una joven muy atractiva, vestida con una estrecha minifalda, que bajaba junto a ellos y le dedicó su típica sonrisa plagada de hoyuelos antes de contestar a _________.
-No me enteré de lo que era Nick hasta mucho después. Al principio, creía que no era más que un
tío podrido de dinero con el complejo de «vamos a ayudar al chico pobre».

_________ lo miró con el ceño fruncido al tiempo que llegaban a la planta baja y se encaminaban
por el pasillo.

-¿Y por qué te dio esa impresión?

Liam acomodó las bolsas que sujetaba.

-Señora, tiene junto a usted al hijo de un criminal reincidente. Mi padre murió en Angola, hace ya
once años, durante un motín en la prisión.

_________ hizo una mueca al pensar en lo doloroso que debía ser perder a un padre de esa manera.

-¿Y tu madre?

-Era una bailarina exótica en uno de los garitos de Bourbon Street. Crecí en la parte trasera del
club donde trabajaba, ayudando a los gorilas a echar a los clientes.

Ella sintió una punzada de dolor ante el panorama que Liam describía.

-Lo siento.
Él se encogió de hombros, como si no le diera mucha importancia.

-No te preocupes. Puede que mi madre haya cometido errores, pero es una madre estupenda; una señora
de armas tomar. Hizo todo lo que pudo con lo que teníamos. Mi padre la abandonó cuando sólo
tenía quince años y mi abuelo la echó de casa. Así es que nos quedamos ella y yo y, mientras
tanto, mi padre se dedicaba a entrar y salir de la prisión. Nunca tuvimos gran cosa, pero siempre
me ha querido mucho.

_________ sonrió al percibir el amor que destilaba la voz de Liam . Era obvio que adoraba a su
madre.

-¿Y cómo conociste a Nick ?

Liam se detuvo unos instantes, como si estuviese sopesando el mejor modo de contarlo.

-Cuando llegué a la adolescencia, estaba ya harto de ver a mi madre agachar la cabeza, avergonzada;
de ver cómo se quedaba sin comer para que yo tuviese un poco más. Recuerdo que la acompañaba al
trabajo y veía el hambre que se reflejaba en su rostro cada vez que miraba los escaparates de las
tiendas -dijo, suspirando-. Esa mirada hambrienta nunca la abandonaba.
El rostro de Liam adoptó una expresión dura antes de continuar.

-Mi madre es la mujer más dulce y con mejor corazón que Dios ha puesto en este mundo y no podía
soportar ver cómo se degradaba para que yo tuviese un plato de comida; ni cómo los hombres la
buscaban a todas horas; ni la expresión de sus ojos cada vez que deseaba algo que jamás podría
tener.

»A los trece años, decidí que no podía más y comencé a robar.

_________ sintió que el corazón se le encogía. No podía felicitarlo por lo que había hecho,
pero tampoco iba a condenarlo.

-Una noche, los chicos de la pandilla con la que me movía decidieron asaltar a una pareja de
turistas y me negué. Una cosa era robar en las tiendas y entrar en las casas de los ricos, y otra
muy diferente hacer daño a la gente. No estaba dispuesto a hacerlo.

Así que, aunque fuese un ladrón, Liam había conservado su sentido del honor, pensó _________.

-¿Qué sucedió? -le preguntó.

-Los chicos se enfadaron y decidieron que no les iría mal practicar unos cuantos golpes conmigo. Me
tumbaron en el suelo y comenzaron a aporrearme; pensé que iba a morir allí mismo pero, no sé
cómo, de repente, lo único que vi fue la mano de un tío que me ayudaba a levantarme y me
preguntaba si estaba bien.

-¿Era Nick ?
Liam asintió.

-Me llevó al hospital y pagó la factura. Me cosieron las heridas de los navajazos y las brechas de
la cabeza. Se quedó conmigo hasta que llegó mi madre y, mientras la esperábamos, me preguntó si
quería trabajar para él, haciendo encargos después de las clases.

A _________ le resultaba muy fácil imaginarse al adolescente enterado y sabelotodo que había sido
Liam . Haber sido capaz de penetrar en esa personalidad tan cáustica y ver lo bueno que había
debajo, decía mucho a favor de Nick .

-¿Y accediste?

-Al principio no. No estaba muy seguro de querer estar cerca de un tío que tenía todo el dinero
del mundo. Además, mi madre sospechaba de él. Aún lo hace, de hecho. No le entra en la cabeza por
qué me paga tanto por hacer prácticamente nada -dijo con una carcajada-. Todavía cree que nos
dedicamos al tráfico de drogas.

Ella resopló por la ocurrencia. Pobre mujer.

-¿Y qué le has dicho?

-Que Nick es un Howard Hughes con complejo de Dios. -Al instante se puso serio y la miró con
gravedad-. Le debo la vida. No sé dónde estaría ahora mismo si no me hubiese encontrado aquella
noche. Bueno, seguro que no sería un estudiante de derecho de la universidad de Loyola ni
conduciría un Jaguar. Puede que Nick sea un capullo de primera, pero debajo de esa fachada hay un
tío decente.
_________ reflexionó sobre las palabras de Liam mientras salían del centro comercial y colocaban
las bolsas en el maletero de su flamante Jaguar negro. Nada más sentarse en el asiento, se colocó
el cinturón de seguridad antes de seguir con la conversación.

-¿Cuándo te dijo Nick la verdad?

Liam puso en marcha el coche y salió del estacionamiento.

-Cuando me gradué en el instituto y me hizo la oferta de ser su Escudero de forma permanente.

-¿Qué es exactamente un Escudero?

Liam se incorporó al tráfico y, al cambiar de marcha, _________ vio en su mano derecha un curioso
tatuaje, con una extraña inscripción en griego que se asemejaba a una tela de araña, y comenzó a
preguntarse si todos los Escuderos tendrían la misma marca.

-Nuestro trabajo consiste en proteger a los Cazadores Oscuros durante el día y en proporcionarles
cualquier cosa que necesiten: comida, ropa, coches, mantenimiento de sus hogares... lo que sea. En
una época montábamos guardia, literalmente hablando, delante de las criptas donde dormían; y de
ahí proviene el mito de que los vampiros duermen en ataúdes. Como la luz del sol es su mayor
enemigo, solían dormir en cuevas o en cámaras ocultas que no tuvieran el más mínimo resquicio
por donde pudiera pasar la luz. Como recompensa por nuestros servicios, ellos nos proporcionan apoyo
financiero.

-Entonces, ¿cada Cazador Oscuro tiene un Escudero?
-No. Algunos prefieren estar solos. Yo soy el primero que Nick ha tenido en los últimos
trescientos años.

_________ se encogió al pensar en la soledad que debía haber sufrido Nick durante todo ese
tiempo. Se lo imaginaba vagando por su mansión, como un espíritu incapaz de encontrar el descanso,
buscando un consuelo que nunca llegaba.

-¿Y si quisieras abandonarlo? -le preguntó ella.

Liam tomó una profunda bocanada de aire y apretó con fuerza la mandíbula.

-No es tan sencillo. Hay una organización muy compleja alrededor de los Escuderos; como la del
Hotel California... puedes entrar cuando quieras, pero no puedes marcharte jamás. Si alguien
abandona su puesto, es sometido a vigilancia durante toda su vida y si traiciona a los Cazadores
Oscuros o a los mismos Escuderos, no vivirá mucho para arrepentirse.

La funesta declaración consiguió que a _________ se le pusiera la carne de gallina.

-¿En serio?

-Sí, claro. Algunos de mis compañeros provienen de familias cuya antigüedad como Escuderos se
remonta a miles de años atrás.

-Pues a mí me parece una especie de esclavitud -dijo _________.
-No. Si quiero puedo dejarlo en cualquier momento, pero no puedo romper el juramento que he hecho
como Escudero. Una vez se hace, es inquebrantable y eterno. El día que me case mi esposa no sabrá
nada de la verdadera naturaleza de Nick ni de lo que hago para él, a menos que ella también haya
hecho el juramento. Cuando mis hijos se conviertan en adultos, tendré que decidir si entran a
formar parte de esto o no. Si elijo contarles todo, tendrán que presentarse ante Acheron y
Artemisa; ellos estudiarán las solicitudes y decidirán si sirven o no.

Eso sí que resultaba aterrador ya que, mientras lo escuchaba, se le ocurrió algo espantoso.

-¿Y qué pasa conmigo? No irán a pensar que soy una amenaza, ¿verdad?

El rostro de Liam adoptó una expresión mortalmente seria cuando la miró, tras detenerse en un
semáforo.
-Si así lo consideraran, uno de los Escuderos acabaría contigo.

_________ tragó saliva.

-Eso no es muy reconfortante.

-No pretendo que lo sea. Nos tomamos nuestras obligaciones muy en serio. Los Cazadores Oscuros son
los únicos que garantizan que la humanidad no sea esclavizada o extinguida. Sin ellos, los apolitas
o los Daimons acabarían dominándonos.



Nick estaba tumbado en la cama, haciendo todo lo posible para conciliar el sueño pero, una y otra
vez, sentía a _________ en su interior. Estaba viendo los restos de su casa. Lo sabía. Sentía sus
lágrimas, su ira y su desesperación.

Cómo la deseaba.

Cómo deseaba poder estar junto a ella en esos momentos para consolarla. Nunca antes le había
molestado el hecho de no poder salir a la luz del día, pero ahora lo fastidiaba. Si no fuese un
Cazador Oscuro podría estar con ella y ofrecerle su fuerza y su apoyo.
Cerrando los ojos, respiró hondo e intentó alejar el dolor. Había elegido su destino en un
momento en que se encontraba cegado por la rabia y la angustia, y ahora no podía escapar a él.
Artemisa guardaba su ejército celosamente y había puesto tan alto el listón que sólo se sabía
de tres Cazadores Oscuros que hubieran recuperado su alma en todos esos años.

El resto había muerto en el intento.

-¿Y, de todos modos, para qué necesito el alma? -se preguntó en voz baja al tiempo que abría los
ojos y fijaba la mirada en el dosel de tonos dorados y marrones que cubría la cama-. Lo único que
hace es debilitar a un hombre.

Su vida tenía una razón de ser. Un propósito.

¿Y entonces por qué deseaba a _________ en lo más profundo de su ser y tan desesperadamente?

Era una sensación que no había experimentado desde hacía siglos y, en la única ocasión en la
que había sentido algo así, acabó traicionando a todos los que le habían amado.

-No volveré a ser débil -susurró. No es que es pensara que _________ pudiera hacerle daño
intencionadamente, no. Lo que temía es que una vez le entregara su corazón y su lealtad, para él
no habría marcha atrás. La cosa era bien simple: estaba asustado de sí mismo y de lo que estaba
dispuesto a hacer para mantenerla a salvo.
Tras visitar los restos de la casa de _________ y detenerse unos momentos en casa de su madre, Liam
condujo hasta el corazón del Barrio Francés y aparcó en una calle lateral, cerca de Chartres,
hacia donde se dirigieron a pie. El Escudero guió a _________ a través de la concurrida zona
comercial y se detuvo frente a una tiendecita llamada Dream Dolls and Accesories.

_________ lo miró con el ceño fruncido. ¿Por qué se detenían en una tienda de muñecas?

-¿Qué hacemos aquí? -le preguntó mientras él le abría la puerta para dejarla pasar.

-Vamos a ver a la señora que hace las muñecas.

Normal, si haces una pregunta estúpida...

Ella lo miró con escepticismo.

-¿Sabes una cosa? No creo que haga Barbies de tamaño real.

Liam resopló y la dejó pasar delante de él.

-No estoy buscando ninguna Barbie y este encargo no es para mí. Es para Nick .
Ahora sí que estaba preocupada.

-¿Por qué?

Antes de que el Escudero contestara, una señora mayor que estaba sentada en un banco de trabajo
situado junto a la puerta, llamó la atención de _________. Sostenía una Barbie a la que estaba
retocando el rostro.
La mujer llevaba un extraño artefacto de color naranja en la cabeza, con un pequeño reflector y
una lente bifocal. El artilugio le cubría el pelo, totalmente blanco, que llevaba recogido en un
apretado moño. Sus ojos marrones eran alegres y brillantes.

-Liam y, chiquitín -le dijo con tono maternal-. ¿Qué te trae por aquí en una tarde como ésta y
con una acompañante tan hermosa? Espera, creo que es la primera vez que te veo con una chica.
-Mientras hablaba lo señalaba con un diminuto pincel-. Una chica que bien merece la pena llevar al
lado. Es guapísima, y no me refiero a su aspecto físico; tú ya me entiendes.

Liam se mesó el cabello y, avergonzado, miró a _________.

-Liza, amor mío -le dijo casi a gritos, dedicándole su pícara y encantadora sonrisa-. ¿Es que
necesito una razón para venir a ver tu encantador rostro?

La anciana rió ante el comentario.

-Puede que sea vieja, Liam Gautier, pero no soy estúpida -dijo dándose unos golpecitos en la
cabeza que hicieron que el artefacto se agitara-. Mi vieja antena aún funciona y, si mal no
recuerdo, hace ya más de un siglo que un hombre como tú vino a hacerme una visita por gusto.
Ahora, acércate y dime al oído lo que necesitas.
Liam la obedeció y _________ comprendió que la señora estaba sorda. De hecho, el Escudero le
hablaba tan alto que podía escuchar todas y cada una de las palabras.

Hasta escuchó cómo le pedía explosivos plásticos.

-Recuerda -le dijo él-. Nick quiere uno exactamente igual al de Kevin .

-Ya te he oído, Liam y -le contestó Liza pacientemente-. ¿Acaso crees que estoy sorda? -le
preguntó mientras miraba a _________ y le guiñaba un ojo.

-¿Cuándo vengo a por todo? -le preguntó Liam .

Liza hizo un mohín con los labios.

-Dame un día o dos, ¿vale? -Alzó la muñeca que tenía en las manos y lo amonestó-: Una Barbie
no espera, ni siquiera por un Cazador Oscuro.

Liam soltó una carcajada.

-Claro Liza, gracias.

Camino de la puerta, la anciana los detuvo.

-¿Sabes, querida? -le dijo a _________, acercándose a ella. La señora apenas medía metro y
medio. Le dio unas palmaditas en el brazo y continuó-: Tienes un aura muy especial. Como la de un
angelito.

_________ sonrió, agradecida.

-Gracias.

Liza se alzó las lentes y se acercó a una estantería colocada junto a la puerta. Se puso de
puntillas y cogió una Barbie que había restaurado ella misma. La muñeca tenía el pelo largo,
rizado y negro, unas diáfanas alitas de ángel e iba vestida con un hermoso vestido blanco bordado
con perlas.
_________ jamás había visto nada tan hermoso y delicado.

Liza se la ofreció.

-Se llama Starla. Le pinté el rostro como el de una señora que viene muy a menudo por aquí. -Se
acercó la muñeca al oído, como si la Barbie le estuviera hablando; asintió y se la dio a
_________-. Dice que quiere irse a casa contigo.

_________ la miró boquiabierta. Más aún al ver el precio en la etiqueta que colgaba de la
muñeca: cuatrocientos dólares.

-Gracias, Liza, pero no puedo aceptarla -rehusó, intentando devolvérsela.

Liza hizo un gesto con la mano, negándose a aceptar la muñeca de nuevo.

-Es tuya, cariño. Necesitas un ángel que cuide de ti.

-Pero...

-Está bien... -le dijo Liam , indicándole con un gesto que saliera de la tienda. En voz baja
añadió-: Si la rechazas herirás sus sentimientos. Le encanta regalarlas.

_________ le dio un abrazo a la señora.

-Gracias, Liza. La guardaré como un tesoro.

Estaban ya en la puerta cuando Liza los detuvo de nuevo y cogió a Starla de los brazos de
_________.
-Se me olvidaba una cosa -les dijo-. Starla es muy especial. -La anciana sujetó a la muñeca por
las piernas y presionó la cabeza hacia abajo. De los pies de la Barbie surgieron dos finas hojas
metálicas de unos ocho centímetros de largo.

-Especialmente diseñadas para los Daimons -anunció Lisa, tirando de la cabeza de la muñeca para
que las hojas volvieran a ocultarse-. La belleza, si es letal, resulta mucho más práctica.

Estupendo, pensó _________. No estaba muy segura de cómo manejar la situación.

La anciana le devolvió la muñeca de nuevo y le dio unas palmaditas en el brazo.

-Tened mucho cuidado.

-Lo tendremos -le contestó Liam y, en esta ocasión, consiguieron llegar a la calle.

_________ no podía dejar de mirar la muñeca, sin saber muy bien qué pensar.

Liam se estuvo riendo de ella todo el camino de regreso al coche.

-Liza es una Escudera, ¿verdad? -le preguntó _________, al tiempo que entraba en el Jaguar y
colocaba a Starla, con mucho cuidado, en su regazo.

-Está retirada, pero sí. Ha sido Escudera y uno de los Oráculos durante treinta y cinco años,
hasta que dejó el cuidado de Xander a manos de Brynna.
-¿Liza es quien fabrica las botas de Nick ?

Él negó con la cabeza mientras ponía en marcha el motor.

-Las armas más grandes las fabrica otro Cazador Oscuro; las espadas, las botas y ese tipo de
material. Liza hace armas pequeñas, como colgantes con explosivos. Es una artista consumada a la
que le encanta transformar joyas y otros objetos de aspecto inofensivo en armas letales.

_________ soltó el aire lentamente.

-En serio, dais mucho miedo.

El comentario hizo que Liam soltara una carcajada antes de mirar el reloj.

-Son casi las tres. Aún tenemos que ir a casa de Kevin y tengo que llevarte de vuelta antes de
que oscurezca, así es que hay que darse prisa.

-Vale.

Salieron de la ciudad y tardaron unos cuarenta minutos en llegar a los pantanos.

Tras descender por un largo y sinuoso camino sin asfaltar, llegaron a una enorme y vieja
construcción que se asemejaba a un cobertizo. Si no hubiera sido por las cerraduras que aseguraban
las puertas, _________ habría creído que hacía por lo menos un siglo que no se utilizaba. Bueno,
por eso y por el extraño buzón que había en frente; negro y atravesado horizontal y verticalmente
por lo que parecían ser unos gigantescos clavos plateados.
-Kevin es raro -le dijo Liam al ver cómo ella miraba fijamente el buzón-. Cree que tener un
buzón atravesado con clavos es divertido.

Abrió la puerta del cobertizo con el mando a distancia y, cuando entraron para aparcar el Jaguar,
_________ se quedó boquiabierta. El interior, hecho de ladrillos y vigas de acero, albergaba un
Viper, una colección de cinco Harley Davidsons y un pequeño catamarán, amarrado en el muelle que
había en la parte trasera del edificio.

-¡Guau! -balbució al fijarse en una Harley que estaba apartada del resto, negra y reluciente bajo
la tenue luz. Obviamente, era una preciada posesión y recordó que era la moto que Kevin montaba
la noche anterior.

Liam ignoró tanto el descapotable como las motos y se fue directo al catamarán.

-¿Es que vive en el interior del pantano? -preguntó _________ a Liam al acercarse al pequeño
embarcadero, limpio y despejado, con espacio de sobra como para albergar otra embarcación más.
Liam la ayudó a subir al catamarán y fue a abrir la puerta que daba al pantano.

-Sí, siendo un antiguo celta, le encanta la naturaleza. Aunque sea espantosa.

_________ alzó una ceja.

-¿De verdad es un antiguo celta?

-Ajá. Del siglo V o VI d.C. Era jefe de un clan. Su padre era un Sumo Sacerdote Druida y su madre
lideró al clan antes que él.

-¿En serio?

Asintió mientras soltaba las amarras del bote y saltaba a su interior. Una vez _________ se
acomodó, Liam arrancó la embarcación.

-¿Cómo se convirtió en Cazador Oscuro? -le preguntó ella a voz en grito para hacerse oír sobre
el ruido del motor.

-Los miembros del clan lo traicionaron -le contó Liam al tiempo que salían del cobertizo y se
internaban en el pantano-. Le dijeron que necesitaban sacrificar a alguien de su sangre. La
elección estaba entre él o su hermana. Él se ofreció pero, tan pronto como lo tuvieron atado,
mataron a su hermana delante de sus narices. Se volvió loco pero, puesto que estaba atado, no
podía hacer nada. Cuando se acercaron a él para matarlo juró vengarse de todos ellos.

¡Jesús!, ¿es que ninguno de ellos había tenido una vida feliz?

-¿Mató a todos los miembros del clan? -le preguntó.

-Supongo.
_________ permaneció en silencio, pensando en lo que acababa de escuchar. Pobre Kevin . Ni
siquiera podía imaginar lo horrible que sería ver cómo asesinaban a una de sus queridas hermanas
delante de sus ojos. Puede que estuvieran todo el día fastidiándola, pero lo eran todo para ella y
mataría a cualquiera que les hiciese daño.

El horror que ese hombre debía haber presenciado aquel día... Aún debía torturarlo.

Liam siguió internándose en el pantano hasta que llegaron a una cabaña increíblemente pequeña.
_________ dudaba que llegara a los doscientos cuarenta metros cuadrados. El exterior parecía aún
más destartalado que el cobertizo donde habían dejado el coche de Liam . Los toscos tablones de
madera eran de un color grisáceo y daba la sensación de que podía derrumbarse al soplo de la más
ligera brisa.

Según se aproximaban, vio un embarcadero detrás de la cabaña, con dos generadores enormes y otro
catamarán.

-¿Cómo se las apaña en la época de los huracanes? -preguntó _________ a Liam mientras éste
apagaba el motor.

-Pues muy bien. Como uno de sus poderes es el de controlar el clima, no corre peligro alguno. Pero
siempre existe la posibilidad de que el lugar se desplome a la luz del día, mientras él está
desprevenido, durmiendo... y acabe frito.

-Les gusta el peligro, ¿no es cierto?

Liam soltó una carcajada.

-Sí, hay que tener bastante coraje para hacer lo que ellos hacen. Y coquetear con la muerte es un
requisito básico.

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