lunes, 8 de agosto de 2011

Placeres Nocturnos. Capitulo 19

-Sí, pero cada uno aguanta la presión de un modo distinto y tú lo sabes. En tu mente, debes haber equiparado ese momento álgido al instante en que te convertiste en Cazador Oscuro. O eso, o fueron los poderes de _________. Quizás se mezclaron con los tuyos hasta absorberlos.

-Eso es una locura.

-Sí, claro. Exactamente igual que el dolor de cabeza que tienes y que, de paso, me está afectando a mí también. Pásame a _________.

Nick le hizo caso.

-Quiere hablar contigo.

Ella cogió el teléfono.

-Escucha -comenzó Kevin con voz afilada y desagradable-. Tenemos un problema serio. Nick está perdido hasta que sus poderes regresen.

-¿Cuánto tardarán?

-Ni idea. Pero supongo que pasará bastante y, hasta entonces, es humano y, puesto que hace más de dos mil años que dejó de serlo, está débil. Es vulnerable.

El pánico la atenazó mientras giraba la cabeza para mirar a Nick . Aún tenía una mano sobre los ojos y, por la rigidez de su postura, estaba claro que le dolía bastante.

-¿Volverá a la normalidad con la puesta del sol?

-Eso espero. Porque si no es así, los Daimons lo tendrán muy fácil.

_________ sintió que se le cerraba la garganta por el pánico. Lo último que quería era que Nick acabara herido por su culpa.

-¿No puedes ayudarlo?

-No. Va en contra del Código. Cazamos solos. No puedo ir tras Desiderius hasta que Nick esté muerto.

-¿Qué clase de Código es ése? -gritó ella.

-Uno que normalmente no me perfora el tímpano -siseó Kevin -. Joder, nena, con esos pulmones tendrías un brillante futuro como soprano.

-No tiene gracia.

-Lo sé. Nada de esto la tiene. Ahora, escúchame un segundo. Esto va a ser embarazoso, ¿lo soportarás?

El tono funesto de su voz hizo que _________ se detuviera a pensar un instante. ¿Qué iba a decirle?

-Creo que sí.

-Bien. Veamos, creo que nuestro problema empieza en el momento en que Nick se corre. Es imperativo que no dejes que suceda de nuevo. Porque hay bastantes posibilidades de que vuelva a quedarse sin sus poderes si ocurre otra vez. Tienes que mantenerte alejada de él.

_________ sintió que el corazón se le encogía al escucharlo. Alargando una mano, acarició a Nick .

-Vale -le contestó en voz baja.

-Bien. Son las siete de la mañana. Haznos un favor a los dos y vigílalo hasta que Liam llegue.

-Lo haré.

Kevin se despidió y ella colgó antes de devolver el teléfono a la mesita de noche.

Nick la miró y el sufrimiento que reflejaban esos ojos verdes la partió en dos.

-Sólo quería que te sintieras mejor. No fue mi intención hacerte daño.

Él la cogió de la mano y la sostuvo con ternura.

-Lo sé.

Le dio un pequeño tirón para acercarla y la abrazó con fuerza, aunque _________ aún podía sentir la rigidez de su cuerpo.

-Me ayudaste, _________ -le murmuró al oído-. No eches a perder lo que me has entregado por sentirte culpable.

-¿Puedo hacer algo por ti?

-Déjame que te abrace un poco más.

Al escucharlo, el corazón se le subió a la garganta. Se quedó tumbada entre sus brazos, sintiendo el cálido aliento de él sobre la garganta.
Nick enterró el rostro en su pelo y aspiró el ligero aroma que desprendía. Jamás se había sentido tan débil como en esos momentos; no obstante, había algo en la presencia de _________ que le daba fuerzas.

Has encontrado tu vía de escape.

Las palabras de Kevin no dejaban de dar vueltas en su cabeza. Cuando un Cazador Oscuro encontraba el modo de deshacerse de sus poderes, podía volver a reclamar su alma. Era una opción que nunca antes había considerado. Algo que jamás se había atrevido a soñar.

Podía volver a ser humano. De modo definitivo.

¿Pero para qué? Era lo que era. Un guerrero inmortal. Amaba su estilo de vida. Amaba la libertad y el poder que le otorgaba.

Pero aun así, allí tumbado con _________ entre sus brazos, piel contra piel, comenzó a recordar otras cosas olvidadas hacía siglos. Cosas que había enterrado en lo más profundo del corazón.

Cerró los ojos y rememoró la imagen de _________ con Niklos en los brazos. Sería una madre estupenda. Y, mientras se dejaba vencer por el sueño, una parte de él supo que también sería una esposa maravillosa.


_________ se despertó al sentir que alguien la acariciaba, dejando un rastro abrasador alrededor de sus pechos. Abrió los ojos y bajó la mirada para descubrir la mano de Nick tocándola con ternura mientras uno de sus muslos descansaba enterrado entre sus piernas. El corazón comenzó a latirle con rapidez al ver que la mano descendía hasta su estómago al tiempo que le mordisqueaba el cuello con los afilados colmillos.
-¿Vas a morderme? -le preguntó.

La risa de Nick reverberó por su garganta.

-No, amor. Voy a devorarte.

Girando hasta quedar de espaldas sobre el colchón, lo miró a los ojos y descubrió que el verde
era aún más intenso que antes. Un verde claro y devastador. Alzó la mano y le acarició la
mejilla derecha con un dedo.

-¿Por qué han cambiado de color?

-Al perder mis poderes de Cazador Oscuro, mis ojos volvieron a ser humanos.

Lo miró con el ceño fruncido e intentó recordar el color de sus ojos durante el sueño.

-¿Éste era su color antes de que perdieras el alma?

Él asintió y bajó la cabeza para darle un lametón en el hueco de la garganta.

-Se supone que no deberías estar haciendo esto -lo reprendió, pasándole la mano por la espalda-.
Kevin dijo que tenías que descansar.

-Estoy descansando.

_________ contuvo el aliento, sobresaltada al sentir que Nick separaba los tiernos pliegues de su
sexo y la acariciaba con los dedos, largos y fuertes.

-No estás descansando. Estás jugando.

La buscó con la mirada.

-Quiero jugar contigo.

-¿Y si te debilitas más?

-No veo cómo.

-Pero, ¿y si...?
La hizo callar con un beso tórrido y abrasador y, al instante, los pensamientos de _________
perdieron toda cordura.

Nick le mordisqueó los labios y tironeó de ellos con suavidad mientras sus ojos verdes buceaban
en el cuerpo de _________, tratando de llegar a su corazón.

-Ya no puedo sentir lo que hay en tu interior, _________. Dime que no me deseas y te dejaré ir.

-Te deseo Nick . Ni te imaginas cuánto.

Él le sonrió y se hundió en ella, que gimió al sentir cómo la llenaba por completo.

Para Nick , todo comenzó a dar vueltas, allí, inmerso en la calidez del cuerpo de _________.
¿Cómo era posible que fuese aún mejor que horas antes? La miró fijamente y le encantó ver sus
ojos nublados por el deseo y las mejillas cubiertas por el rubor. Era realmente hermosa.

Lo asaltó una oleada de posesividad; un sentimiento intenso que había olvidado hacía siglos. No
acababa de entender de dónde había salido, pero le estaba retorciendo las entrañas. Y, en
comparación, dejaba a la altura del betún lo que una vez sintiera por Theone. No lo comprendía y,
si era sincero consigo mismo, no se atrevía a profundizar en las razones. Saber con exactitud
cuáles eran sus sentimientos sólo le haría más daño.
________ entrelazó las piernas con las de Nick mientras saboreaba cada una de sus profundas y
delirantes embestidas. Ni en sus sueños más atrevidos se había imaginado que hacer el amor
pudiese ser algo así. Jamás había soñado con experimentar un placer tan intenso.

Gritó cuando alcanzó el orgasmo.

Nick cubrió sus labios con los suyos y con tres poderosos envites se unió a ella.

La miró, con la respiración agitada.

-Creo que soy un adicto a tu cuerpo.

Ella sonrió y el corazón de Nick dio un respingo.

-¡Oye, Nick !

Sin apenas tiempo para alzar las sábanas y cubrirse, la puerta de la habitación se abrió de par
en par y un hombre alto y apuesto, de no más de veinticinco años, entró en la estancia. _________
se quedó helada al encontrarse con la atónita mirada azul-verdosa de Liam . Llevaba el pelo, de
color castaño oscuro, recogido en una coleta y, cuando sonreía, aparecían un par de hoyuelos en
sus mejillas.

-Joder, ¿no me digas que te he pillado en la cama?

-Liam -rugió Nick -. Sal de aquí.

-Vale, pero las noticias que tengo sobre Desiderius te van a encantar. ¿Por qué no te pones algo
de ropa y te reúnes conmigo en el despacho dentro de unos minutos? -Con actitud desvergonzada, los
miró de arriba abajo sin ocultar lo divertida que le resultaba la escena, y salió rápidamente de
la habitación.

-Recuérdame luego que es urgente que lo mate.
_________ se rió hasta que se encontró con sus ojos.

-Pareces muy distinto con los ojos verdes -susurró mientras le colocaba la mano sobre la mejilla,
áspera por la barba.

Como respuesta, Nick volvió a capturar sus labios para entregarse a otro tórrido beso. Su lengua
la atormentaba con burlonas caricias, pero de forma tan posesiva que la dejaba débil y casi sin
aliento.

-¿Qué es lo que tienes que me resulta imposible resistirme a ti?

-¿Mi encantadora personalidad? -bromeó ella.

Riéndose, Nick depositó un ligero beso sobre su nariz. _________ lo observó mientras salía de
la cama y se dio un festín con esa espalda desnuda mientras atravesaba la habitación, camino del
cuarto de baño.

Se acurrucó en la cama y escuchó cómo caía el agua de la ducha. No dejaba de recordar lo bien
que se había sentido entre los brazos de Nick . Le había dejado su olor impregnado en el cuerpo y
la sensación era fascinante, como si ella le perteneciera por completo... aunque sabía que eso
jamás podría suceder.
@ 17/07/2010 dijo:
Él era un Cazador Oscuro y ella era una simple contable. Jamás habían nacido dos personas más
dispares. Pero su corazón se negaba a escuchar. Una parte de ella lo deseaba a un nivel que no
había conocido hasta entonces.

Y, en el fondo de su mente, no podía evitar pensar en lo maravilloso que sería poder liberarlo del
juramento que lo había convertido en Cazador Oscuro.
Nick atravesó el pasillo, abrió la puerta de su despacho y se encontró a Liam sentado tras el
antiguo escritorio de caoba, de espaldas a la puerta. El sillón reclinable de cuero negro crujió
cuando se movió su Escudero, cuyos dedos volaban sobre el teclado del ordenador.

Era una imagen cotidiana.

Liam era un dios en Internet, lo que en terminología hacker significaba que podía entrar en
cualquier sitio, sin importar lo seguro que fuese el servidor. Gracias a sus habilidades, Liam ,
junto a Chris Eriksson y Daphne Addams habían sido encargados del diseño y mantenimiento la web de
los Cazadores Oscuros, lugar utilizado por los Cazadores y por los Escuderos para guardar todos sus
archivos y comunicarse unos con otros.

Era bueno saber que a Liam le servía la Universidad para algo más que para conocer a mujeres de
moral cuestionable.

-Dime, ¿por qué has entrado a mi habitación sin permiso?

Liam lo miró de soslayo con una sonrisa maliciosa.

-Tío, te habías quedado dormido. Era tarde.

-¡Vamos, hombre!

Con un bufido, Liam volvió a prestar atención al ordenador, ya que acababa de recibir un mensaje.

-Eres el único hombre que conozco que puede tener un humor tan desagradable diez minutos después
de haber echado un polvo con una mujer tan estupenda. Joder, ¿no sabes que el sexo sirve para que
te sientas mejor?
Nick puso los ojos en blanco ante los comentarios de su insolente Escudero; las normas e
instrucciones le resbalaban y jamás había logrado intimidarlo. Ni siquiera la noche que le
confesó qué tipo de criatura era en realidad.

-Liam ... -lo increpó a modo de advertencia.

El Escudero abrió el correo.

-Vale, vale. Aquí está el mensaje de los Oráculos:



«De apolita y Daimon nacido será el que os mantenga en vilo.

Sangre de dioses corre por sus venas y la ira es su mejor compañera.

Si queréis a este ser controlar, un Cazador Oscuro con alma debéis encontrar.»



Nick frunció el ceño al escuchar el acertijo; la típica basura de los Oráculos. Por los dioses,
cómo los odiaba. ¿Es que no podían, por una sola vez, decir lo que tuvieran que decir hablando en
cristiano? Claro que no. No quisiera Zeus que los Oráculos los ayudaran de verdad a proteger a los
humanos...

-¿Qué coño significa eso? -le preguntó a Liam .

Su Escudero giró el sillón para quedar de frente.
-Según Acheron, lo que quiere decir es que sólo un Cazador Oscuro con alma puede acabar con
Desiderius. Por eso ninguno de vosotros ha logrado matarlo antes. Es una simple profecía, ya sabes
cómo funciona esto.

-No existe ningún Cazador Oscuro con alma. Al menos, no con el alma en el cuerpo.

-Entonces, de acuerdo con los Oráculos y con Acheron, Desiderius es invencible.

Nick dejó escapar un profundo suspiro.

-Eso no es lo que quería oír esta mañana.

-Sí; lo único que tengo que decir es que me alegro de no estar en tu pellejo. -Liam frunció el
ceño-. Tienes los ojos verdes. ¿Qué te ha pasado?

-Nada.

Liam ladeó la cabeza y lo miró con suspicacia.

-Algo sucede -dijo antes de coger el móvil-. ¿Tengo que llamar otra vez a Acheron?

Nick le quitó el teléfono de las manos y lo miró con una furia asesina.
-No metas a Acheron en esto. Puedo arreglármelas solo.

-Más te vale. Eres un coñazo, pero no me gustaría nada tener que empezar a trabajar para otro
Cazador Oscuro.

Nick soltó un bufido.

-¿Y eso qué significa? ¿Es una declaración de amor?

-No, de lealtad. No quiero verte caer como le sucedió a Streigar.

La idea hizo que Nick dejara las bromas a un lado. Streigar había sido un implacable Cazador
Oscuro al que atraparon unos humanos, fanáticos de la caza de vampiros, que lo expusieron a la luz
del sol. Su muerte había sobrecogido a Cazadores Oscuros y a Escuderos por igual.

-No te preocupes -le dijo a Liam para tranquilizarlo-, no voy a acabar dándole los buenos días al
sol. Sé cómo arreglármelas.

-¿Qué te apuestas a que ésas fueron las mismas palabras de Streigar?

Nick dejó escapar un gruñido.

-¿No tienes clase hoy?

Liam soltó una carcajada.
-Tío, soy un Cajun de los pantanos, no necesito ir a clase, cher. -Se aclaró la garganta y dejó
de utilizar el acento cajun-. Y no, hoy hay que hacer la matrícula. Tengo que pensar las
asignaturas que voy a coger el próximo semestre.

-Genial, pero necesito que hagas unas cuantas cosas.

-¿Y qué tiene eso de nuevo?

Sarcasmo, tu nombre es Liam Gautier.

-Quiero que lleves de compras a _________; necesita ropa. Los Daimons quemaron su casa y no tiene
nada, excepto lo puesto.

Liam alzó una ceja.

-En ese caso, sus pertenencias son escasas porque me ha parecido que puesto, puesto... llevaba más
bien poco.

Nick miró a su Escudero con los ojos entrecerrados.

-No te pongas histérico -dijo Liam , alzando las manos en señal de fingida rendición-. Ya sé que
es tuya y jamás se me ocurría invadir tu terreno, pero tío, tampoco soy ciego.

-Un día de éstos... te convertiré en aperitivos para caimanes...

-Ya, ya. La amenaza tendría más peso si no supiera lo mucho que te gusta darme órdenes. Si no
pudieses mangonearme a cualquier hora de la noche, te volverías loco.
No podía negarlo. Las noches se hacían especialmente tediosas y largas cuando no había Daimons
que perseguir, y fastidiar a Liam a las tres de la mañana hacía que fuesen algo más
entretenidas.

El Escudero sacó su Palm Pilot y comenzó a tomar notas.

-Vale. Misión secreta: llevar a la chica de compras. -Cuando acabó de escribir alzó la cabeza y
miró a Nick -. Por cierto, quiero un plus de peligrosidad este mes. Odio los centros comerciales.

Nick se rió.

-No hay más que mirarte para darse cuenta.

Liam fingió que el comentario le había dolido y lo miró simuladamente ofendido.

-Perdóneme, señor Armani. Es que me gusta la moda grunge.

-Lo siento, siempre se me olvida que ahora está de moda vestirse como si acabases de salir de
debajo de un contenedor de basura.

Liam continuó haciéndose el ofendido y le contestó con un fingido tartamudeo.

-¿Por qué no te vuelves a la cama de una puñetera vez y utilizas todo ese encanto con tu mujer?
Porque si sigues fastidiándome voy a acabar clavándote una estaca... -y en voz muy baja
añadió-...mientras duermes.
Nick cruzó los brazos delante del pecho.

-Vale, te daré una paga extra, pero no te pases con _________. Los comentarios sarcásticos los
reduces al mínimo.

-Sí, ¡oh gran Amo y Señor! -dijo al tiempo que añadía otra nota-: Ser agradable con la chica;
mantener la boca cerrada. -Y volvió a mirarlo-. Por cierto, ¿algún límite de dinero para las
compras?

-No. Todo lo que ella quiera gastar.

-Visitar tiendas pijas y Lord and Taylor[1] . Muy bien, ¿algo más?

-Tráela de vuelta antes de que oscurezca o voy a usar tu pellejo cajun para dar de comer a los
caimanes de Kevin .

El miedo chispeó en los ojos de Liam . El muchacho odiaba a los caimanes, aunque Nick no sabía
por qué.

-Vale, eso sí me ha asustado.

-También quiero que vayas a casa de Kevin y recojas un srad. Desiderius no se imagina la sorpresa
que vamos a darle.

Liam tembló ante la mención de las dagas circulares de Kevin . Eran armas muy antiguas y, a su
lado, un Ginsu parecía un simple cuchillo para untar mantequilla.

-¿Sabes cómo usar esas cosas?

-Sí -le contestó Nick , respirando hondo-. Necesito dormir. Liam , lo más importante es que
cuides de _________.
Liam apagó la Palm Pilot y la colocó en la funda del cinturón.

-Te gusta, ¿verdad?

Nick no contestó; no se atrevía. Ninguno de los dos necesitaba saber la respuesta. Dándole la
espalda a su Escudero, salió del despacho y se dirigió al dormitorio.



Tras darse una ducha rápida, _________ regresó en silencio a la habitación para vestirse,
mientras Nick dormía en la enorme cama con dosel. El lugar estaba completamente a oscuras, la
única luz provenía del baño. Resultaba imposible saber si era de día o de noche, aunque Nick
siempre parecía saber el momento exacto en que salía el sol.

Se acercó a la cama para observarlo; la sábana le tapaba hasta la cintura, ocultando su desnudez.
Ufffff, ese hombre tenía un cuerpo... Podría pasarse todo el día mirándolo, sin cansarse de
observar esa piel bronceada y exquisita que ansiaba explorar con los labios y las manos. ¿Qué
había en él que le resultaba tan adictivo?
Estaba deseando volver a besar esos labios exuberantes y enterrar las manos en ese pelo rubio, pero
no quería perturbar su sueño. Nick necesitaba recuperar fuerzas.

Salió de puntillas de la habitación y bajó las escaleras, camino de la cocina.

La luz del día se reflejaba sobre las superficies de mármol blanco, dando a la estancia un aspecto
alegre y luminoso. Rosa estaba friendo beicon y Liam ojeaba unos folletos informativos de la
universidad, sentado en un taburete.

De cuerpo esbelto y muy apuesto, el muchacho no aparentaba tener más de veinticuatro años. No le
vendría nada mal un corte de pelo, pero había que reconocer que la melena a la altura de los
hombros le sentaba muy bien a ese rostro de rasgos cincelados. Llevaba una sudadera ancha que había
visto mejores días y unos vaqueros desgastados con un agujero en la rodilla.

-Oye, Rosa -increpó a la mujer sin levantar la vista del folleto-, si cojo español para el
próximo semestre, ¿me ayudarás a estudiar?

-Sí[2] , e imagino que Nick también te echará una mano.

-Genial -dijo con ironía-. Entre eso y la Historia de la Antigua Grecia me lo voy a pasar de puta
madre.

-¡Liam ! -lo reprendió Rosa-. Ese lenguaje no es propio de un caballero.

-Lo siento.

La mujer puso un plato con beicon, huevos y tostadas delante de Liam y, al darse la vuelta, vio a
_________ de pie en la puerta.
-Aquí está, señorita. ¿Tiene hambre?

-Un poco.

-Venga -le dijo, señalándole el taburete vacío junto a Liam -. Siéntese y le prepararé el
desayuno.

-Gracias, Rosa.

La mujer le contestó con una sonrisa.

_________ se sentó junto al Escudero, que se limpió la mano en los pantalones y se la ofreció.

-Liam Gautier -se presentó, con una sonrisa encantadora y llena de hoyuelos-. Más conocido como
Liam -mueve-el-culo-necesito-que-hagas... y ahí es donde la cosa varía.

_________ soltó una carcajada.

-Es un poco mandón, ¿verdad?

-No lo sabes muy bien. -Liam cogió el móvil, que llevaba en una funda sujeta al cinturón, y se
lo ofreció-. Y hablando de él, me ha dicho que tienes que llamar al trabajo.

-Gracias.

Mientras Rosa le preparaba el desayuno, _________ llamó a su jefe y le explicó lo ocurrido.
Afortunadamente, el director se mostró muy comprensivo y le dio dos semanas libres para que se
hiciera cargo de la situación.

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